DIME CÓMO IMPORTAS O EXPORTAS SUPLEMENTOS ALIMENTICIOS Y TE DIRÉ CÓMO ERES

La importación o exportación de suplementos alimenticios, requieren del cumplimiento previo de requisitos no arancelarios. Un requisito no arancelario es una autorización previa que tanto el emprendedor o empresario como el producto, deben cumplir para que se pueda disponer en el contexto del comercio exterior, situación además que es de carácter mundial, es decir, no importa el país, el cumplimiento se da.

Cada día aumenta el número de personas que encuentran en el comercio electrónico la forma de hacer negocio, contando, además, que existe un grupo de productos de los cuales hay mayor interés en este tipo de negocios, y es la distribución de suplementos alimenticios, productos que prometen maravillas a quienes los consumen, más si son deportistas o desean mejorar sus condiciones físicas; pero más allá de la razón que tengan con estos suplementos, lo que es cierto es que si los desean adquirir ya sea para el consumo propio o para generar una red de distribución, deben de cumplir con una serie de obligaciones de forma previa para garantizarse y garantizar a su público que no existen riesgos y que las autoridades competentes en el país avalan el expendio porque no hay riesgo de consumo.

Por otro lado, se debe comprender también la forma en que se pondrá ese suplemento en el mercado, porque puede presentarse listo para el consumo o es una materia prima o insumo para la elaboración de un producto terminado que se visualiza como un suplemento alimenticio. Pongamos contexto: ninguna persona puede importar o exportar un producto que ingieran otras personas, sin garantizar que no enfermarán o en el peor de los casos, mueran. Para respaldar estas condiciones, las autoridades competentes hacen verificaciones y auditan al empresario, ojo, no es un emprendedor y si lo es debe estar maduro en este aspecto, para establecer que cuenta con una infraestructura que le permitirá almacenar y distribuir de forma correcta el producto terminado o cuenta con espacios adecuados, para desarrollar la producción, envasado, almacenamiento y distribución de los suplementos. En cualquiera de los casos, no es algo que se haga de un día para otro, tampoco es una condición que sea imposible de cumplir. Lo único cierto, es que cuando no se tiene impide que se goce de una venta internacional, o que la compra que se hizo por algún portal de internet, llegue a las manos del comprador.

Es importante aprender que las compras o las ventas internacionales se planifican, que todo puede estar realmente al alcance cuando se tiene claro no solo el panorama sino se cuenta realmente con las autorizaciones. En Colombia, los organismos de control, trabajan de la mano de la aduana, para mitigar los riesgos que se puedan presentar en la salud pública o la economía, siempre de manera previa, sin importar el régimen y la modalidad que se use para este fin.

Si se encuentra en Colombia y desea desarrollar importaciones de suplementos alimenticios, ya sea como persona natural o jurídica, debe poseer de forma previa, dependiendo también de la presentación y/o ciclo productivo, lo siguiente:

Ante el Instituto Colombiano Agropecuario – ICA:

• ·         Concepto de Insumos
• ·         Licencia o Registro de Venta

Ante el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos -INVIMA:

• ·         Registro Sanitario
• ·         Visto Bueno

Ahora, si el deseo es la venta internacional, los requisitos son:

Ante el Instituto Colombiano Agropecuario – ICA:

• ·         Certificado fitosanitario

Ante el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos -INVIMA:

• ·        El Certificado de inspección sanitaria de exportación de alimentos y materias primas

También será importante recalcar, que, para la obtención de los documentos o requisitos previos, el empresario debe cumplir con una serie de disposiciones que van desde el análisis de la infraestructura y conocimiento de los proveedores extranjeros, cuando aplica, hasta el recurso humano que hace parte del manejo y control de los productos, materias primas o insumos. Del mismo modo, la diligencia puede tardar desde semanas hasta meses, dependiendo de las exigencias particulares a cada establecimiento según normas de las entidades a cargo. Recuerde, además, que estos procedimientos, pueden tener costos y su valor dependerá de si es un registro, certificado o visto bueno.

En conclusión, si desea importar, exportar, producir o distribuir suplementos alimenticios, y no conoce muy bien cómo sería todo, le invitamos a investigar y aclarar antes de invertir en un proceso que posiblemente no lo pueda terminar.

EXPORTAR NO ES DIFÍCIL, PERO LA DIAN, TE LO PUEDE HACER IMPOSIBLE…

 

Es una calamidad, saber que la máxima autoridad aduanera del país, tenga tantas divisiones como funcionarios, y aclaro que es lógico y debe ser así para dar paso “efectivo” a los diferentes procesos que, en cuanto al comercio exterior se deben atender. Lo que no es bueno, es que mientras en las líneas telefónicas, “cuando atienden la llamada, porque no es siempre”, exista un trato cordial, realmente amable, e incluso por correo electrónico, se encuentren respuestas… pero ¡oh Dios! El dolor de cabeza que surge cuando el usuario debe dirigirse de forma presencial a las diferentes oficinas, espacios, divisiones de la entidad aduanera, porque ahí ya todo cambia. Los “funcionarios” atienden de mala gana, con una cara que hace juego con su comportamiento poco simpático y grosero con quienes, por obligación, nos vemos en el viacrucis de asistir a hacer diligencias allá, porque la tecnología no da para tanto, es decir, no da para poder hacer todo por el majestuoso internet, y por el contrario debe uno interactuar con estos especímenes, que toman sorbo a sorbo su amargura y la destilan sobre quienes requerimos de su mala atención.

Realmente no existen canales en donde uno se pueda quejar, o funcionarios a quiénes acudir para resolver inquietudes, el siguiente es más agresivo que el anterior, y cuando uno refuta su comportamiento, los trámites que se deben realizar, no salen, se niegan, no explican la causa de la devolución y con esa misma grosería, rechazan sin dar explicaciones, sin contestar amablemente, y nuevamente el usuario, en su mar de incógnitas, intenta por teléfono o correo resolver sus inquietudes, en donde hay respuesta, pero tardía.

Todo esto lo comento, porque la división que entrega los certificados de origen, de la seccional Bogotá, en el centro administrativo de carga, en el piso 2, los personajes, porque aclaro, funcionarios no parecen, atienden con mala cara, y una actitud que sobrepasa los gestos de su expresión facial, al usuario que va a realizar las diligencias correspondientes a la obtención física de los certificados de origen, (que recalco, deberían ser 100% virtuales), los trabajadores del área, siguen en su huraña actitud y el exportador o tramitador, queda perdido entre ese cúmulo de escritorios, caras antipáticas con respuestas negativas y sin saber a quién preguntar o un punto a dónde dirigirse, cuando hay un rechazo por parte de la “entidad” del trámite que se fue a realizar, jamás explican, solo atinan a contestar “si se rechazó fue porque quedó mal, qué no entiende de eso” y continúan con el siguiente y así…

La autoridad aduanera, debería invertir mejor sus recursos, perdón, nuestros recursos, en innovar y poner al servicio una plataforma más robusta que haga que los trámites sean virtuales y así el exportador o importador, puede sin tropiezos continuar su gestión documental; además, esto eliminaría muchas cosas, menos ocupación del papel, menos interacción con personas que están cansadas de atender público, con un pésimo servicio al cliente, ahorro de tiempo al usuario, devoluciones innecesarias, aprovechamiento de la plataforma de la entidad para hacer este tipo de documentos, ahorro de dinero para ambas partes, jubilación de esos funcionarios que realmente uno logra entender que su amargura está porque ya su edad, es para un merecido descanso, tal vez amargo, pero al fin y al cabo descanso, pero más que todo un descanso para las personas que debemos acudir a estos lugares.

En fin, quienes hemos sufrido la mala atención de esta área, y por obligación nos vemos en la necesidad de ir a reclamar documentos que deberían ser digitales, saben de lo que les hablo. Ahora pienso, si esto me ocurre a mí, que sé del cómo se hacen los procedimientos del comercio exterior, cómo serán los emprendedores, que deben pasar y pasar y pasar por la mala atención, sin dirección, sin guía, sin una mano que le ayude a continuar un paso que no es difícil, pero sí es amargo, cuando no hay con quién avanzar, más si es la autoridad que da vía a la globalización del país… muy triste…