Comprender
las características físicas, químicas, geométricas, vulométricas y de peso de
las cargas es de vital importancia porque hace que se analice y evalúe las
mejores opciones para la manipulación a piso, mecánica y elevada, almacenaje,
transporte y condiciones generales en lo que compromete a logística,
distribución física internacional y cadenas de abastecimiento de las mismas,
siendo pertinente y eficaz la operación dedicada a éstos escenarios. Cuando las
consideraciones se pasan por alto o no se permite atender las características
nombradas, las falencias harán de las suyas poniendo en riesgo las inversiones
económicas, productivas, infraestructurales y humanas involucradas para el desarrollo
de la actividad propuesta en el ejercicio del comercio internacional.
Definir la carga obedecerá al acondicionamiento de productos para que se consiga manipulaciones y transportes óptimos orientados a la minimización del riesgo al daño y alcanzando la satisfacción del cliente final, objetivo principal de la frase Justo a Tiempo, célebre en la actuación del comercio, logística, DFI y cadenas de abastos. En las últimas décadas la especialización que se ha alcanzo alrededor de estos temas han sido determinantes para que las empresas y el sector académico dedique espacios importantes al recurso humano para que se cultive y avance en pro de mejores técnicas y se desarrollen no solo máquinas o aparatos pendientes a la optimización, sino que la oportunidad que existe a través de la informática es basta, porque sin lugar a dudas va más allá de lo que en operación se puede hacer, porque logra visualizar y dar reportes interesantes en investigaciones y mejoras indudables en el momento del trabajo; las trascendencias tecnológicas maravillan con la ejecución atinada de instrucciones impecables y proceden de lo mencionado atado a unos profesionales que junto con la experticia y formación vislumbran opciones cortas en tiempo, costos y movimientos.
Las cargas se encuentran en los tres estados de la materia: Sólido, Líquido y Gaseoso.
Sin ser contrarias a sus condiciones físicas, las atenciones que se deben respecto a sus realidades químicas estarán claramente ligadas a estos tres estados, fijarlo, ayuda al trabajo en las áreas de producción, alistamiento, almacenamiento, empacado, embalado, estibado, transportación y el manejo administrativo con las diligencias previas que se deben conocer sobre el producto para su actividad aduanera local e internacional, lográndose los vistos buenos, los permisos, las normas técnicas tanto locales como internacionales llegando a sus destinos sin demoras ni orientaciones falsas que dañen las expectativas que se labran cuando se desea exportar o distribuir en un espacio geográfico determinado.
En el cuadro 1 se observa la división de las cargas de acuerdo a su naturaleza:
CUADRO
No.1: Elaborado por Carmenza Andrade
El cuadro muestra la división principal de las cargas teniendo muy presente la maniobra a la que se pueden ver desplegadas al tenor de procedimientos logísticos y/o de distribución local o internacional, aquello estribará de los espacios que el despachador desee abarcar en su mercado.
Con el paso del tiempo y las diferentes revoluciones industriales que se han vivido, los productos dispuestos en el mercado han sido objeto directo a modificaciones, transformaciones e incluso desapariciones quedando obsoletos y siendo reemplazados por otros que presentan mayor ventaja en uso, calidad, materiales, tecnología o simplemente la mejora está indicada por las temporadas de moda, como es el caso de los dispositivos móviles.
Estas vivencias industriales llevan a la investigación del cómo se perciben las mercancías según su condición en el ciclo productivo, directamente con las áreas de investigación y desarrollo de las industrias sobre el adelanto, optimización o lanzamiento de nuevos productos. Toda esa corriente permite cabida al área química que es la encargada de observar, indagar, evaluar, desarrollar y demostrar nuevos productos cuando el deseo es llegar a tecnologías novedosas que irrumpan en el colectivo y conquisten los mercados, quedándose y siendo propios a las economías capitalistas y de consumo masivo.
El cuadro No. 2 muestra las tres condiciones de la naturaleza de la mercancía de acuerdo a los desarrollos químicos sobre los productos primarios.
CUADRO
No.2: Elaborado por Carmenza Andrade
El estudio de las mercancías está dado por la ciencia/técnica de la Merceología, práctica que desde el mismo instante que surge ayuda ostensiblemente a ahondar sobre la manera correcta no solo de designar las mercancías sino a educarse frente a los interrogantes que brotan para que toda la diligencia aduanera y mercantil tenga razones para evitar fraudes, obstáculos o imprecisiones en el instante en que se colocan en el comercio y le sea más fácil al consumidor alcanzar calidad y exigir garantías no solo al fabricante, productor, distribuidor, vendedor, exportador, importador sino a las mismas entidades de autoridad nacional o internacional para frenar agresiones o actuaciones ilícitas y que al final se aprecie nerviosismo al consumo de lo dispuesto a la venta.
El Sistema Armonizado ha evolucionado de la misma manera que han evolucionado los bienes, y en los últimos años con las dos recientes enmiendas se ha probado la consistencia que tiene la merceología para la apreciación de un aprendizaje continuo frente a una labor incesante y apasionante además. Es por esto que la organización inteligente que tiene el arancel de aduanas lleva al usuario del comercio exterior entender el génesis de su proceder en la importación y/o exportación.
El cuadro No. 3 muestra la manera en que las mercancías están organizadas en el Sistema Armonizado, permitiendo con esto hacer una apreciación logística muy valiosa porque antecede a diligencias que pueden ser engorrosas de lograr por tiempos, recolección y obtención de posibles permisos para la compra-venta internacional y que incluso puede llegar a tocar al vendedor o distribuidor, cuando son productos controlados, por ejemplo el caso de la lista de químicos precursores que está dada por las Naciones Unidas y de las cuales los gobiernos se comprometen a hacer un seguimiento estricto de las mismas no solo en las aduanas sino en todo el recorrido comercial de éstas.
“A nivel personal cuando indagué el por qué la división que se tenía sección a sección en el arancel de aduanas, me permití hacer las observaciones que se disponen en el Cuadro No. 3 y que posteriormente me ayudaron a corregir procedimientos laborales propios y ajenos cuando existe la oportunidad de asesorar o capacitar al sector empresarial de mi país, actividad que he desempeñado en diferentes sectores económicos.”
La presentación del Sistema Armonizado está indicada por los criterios de clasificación arancelaría: Origen, Ciclo Productivo, Composición, Función y “los Especiales”, pero se hace curioso disponer también esta subagrupación para permitir llegar a una funcionalidad bastante dinámica y perceptible a los entornos de trabajo, siendo conveniente la aplicación de procedimientos exactos a las mercancías y posteriormente a las cargas que son el últimas el núcleo del tema.
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